El cacareado encuentro de Sánchez con Biden no figura en la agenda de la cumbre de la OTAN

La Moncloa anunció la pasada semana a bombo y platillo que Pedro Sánchez mantendría este lunes su primer encuentro con el presidente estadounidense, Joe Biden. Según fuentes gubernamentales, esa toma de contacto se produciría en el marco de la cumbre de la OTAN, que se celebra en Bruselas. La reunión será el primer contacto entre ambos, ya que Biden no ha llamado a Sánchez como sí ha hecho a otras decenas de mandatarios internacionales tras su llegada a la Casa Blanca el pasado 20 de enero.

Sin embargo, a horas de la supuesta reunión, La Moncloa admite que aún «no está fijado el momento» para la cita. Una improvisación que cuestiona la relevancia otorgada al encuentro por parte de la Casa Blanca.

La cita tampoco figura en la agenda del presidente de EEUU para este lunes, como sí ocurre con las conversaciones que mantendrá con los dirigentes de Estonia, Lituania, Letonia o con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.

El Gobierno ha defendido que las relaciones con Washington son fluidas, pese a no haberse producido la toma de contacto entre mandatarios. La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, excusó hace unos meses que si la llamada entre Sánchez y Biden no había tenido lugar era porque el líder de EEUU estaba «volcado en su agenda doméstica» y los contactos con otros presidentes se limitaban a lo «imprescindible».

Encuentro «informal»

La cita será, pues, de producirse, un encuentro totalmente informal, que no se refleja en la agenda del evento. Fuentes gubernamentales han informado asimismo que Sánchez se verá con el primer ministro británico, Boris Johnson, en los márgenes de la cumbre de líderes de la OTAN.

El encuentro con el presidente de EEUU se producirá, en su caso, en plena crisis diplomática con Marruecos por la cuestión del Sáhara Occidental. El pasado mayo, EEUU utilizó el pretexto del conflicto de Gaza para apoyar a Marruecos en la crisis con España. El secretario de Estado de EEUU, Antony J. Blinken, mantuvo una conversación telefónica con el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, para despachar sobre «la violencia» en Israel y Gaza, coincidiendo con la avalancha de inmigrantes que llegaron a Ceuta y destacó que Marruecos es su «socio estratégico».

Cabe recordar que Donal Trump anunció el pasado 10 de diciembre el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, como contrapartida a que el reino restableciera relaciones con Israel. La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca no parece haber alterado por el momento esa relación.

Estos días, desde el Departamento de Estado se insistió en que EEUU «es socio» tanto de España como de Marruecos, evitando pues pronunciarse sobre la crisis entre ambos, y aseguró que «no hay nada que añadir» respecto al reconocimiento del Sáhara.

Asimismo, cabe recordar que el informe sobre la situación de los Derechos Humanos a nivel mundial que elabora anualmente el Departamento de Estado de EEUU criticaba los ataques a la prensa por parte del Gobierno español.

Así, se avisaba de los «múltiples» ataques verbales del Gobierno de España a «determinados medios de comunicación y periodistas específicos». También advertía de los «repetidos ataques contra los medios de comunicación por parte del partido Vox».

Entre los ataques que detallaba figuraba el del 1 de marzo de 2020, cuando Sánchez acusó a los medios «conservadores» de «agitar a la sociedad» cada vez que «los conservadores pierden una elección», y el exvicepresidente segundo del Gobierno Pablo Iglesia afirmó que la prensa crítica con el Gobierno había «ofendido la dignidad del periodismo».